La tecnología de conexión rígida de aluminio fundido a presión marca la transición de las pantallas LED, que pasaron de ser dispositivos de una sola pantalla a soluciones industriales de alta precisión, inteligentes y sistemáticas, y ha tenido un impacto trascendental en diversos campos. La estructura de conexión rígida elimina el error acumulativo del empalme tradicional con tornillos y logra una alineación perfecta a nivel de píxel con una desalineación inferior a 0,1 mm, lo que satisface los requisitos de escenarios exigentes como la fotografía virtual y la imagenología médica. Además, la ligera carcasa de aluminio fundido a presión permite un desmontaje rápido de pantallas de gran tamaño.
La resolución de 640×480 es adecuada para salas de conferencias pequeñas y medianas de 15 a 30 metros cuadrados, y la distancia de visualización óptima para P2.5 es de 2,5 a 5 m. El peso de la caja de aluminio fundido a presión es de 9 a 10 kg menor que el de una caja de hierro convencional, y la precisión de las juntas es muy baja, lo que mejora la disipación del calor. El error de planitud es inferior a 0,2 mm por metro cuadrado y el diseño de mantenimiento frontal permite la operación por una sola persona, lo que ahorra tiempo de mantenimiento. El consumo de energía es inferior al de las soluciones tradicionales. El consumo de energía de la pantalla P2.5 es inferior a 180 W por metro cuadrado. Su vida útil es de 8 a 10 años, a diferencia de la de los productos convencionales, que es de 5 a 7 años. La tasa de valor residual se incrementa en 30%.